Trece de noviembre de 2018. Ariadna, de 20 meses, ingresa en Urgencias del Hospital Comarcal de Vinaròs (Castellón) con un cuadro de diarreas y vómitos de cinco días de evolución. La doctora que la atiende le diagnostica deshidratación leve y prescribe tratamiento con suero salino y glucosa diluida. Horas después la niña fallece por fallo multiorgánico y edema cerebral en la UCI pediátrica del Hospital General de Castellón, al que es trasladada en estado de coma hiperglucémico tras recibir una dosis letal de glucosa por vía intravenosa como resultado de una cadena de errores cometidos por dos enfermeras del centro hospitalario vinarocense.
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