El decreto de creación de nuevas universidades y reconocimiento de las antiguas que propone el ministro Manuel Castells ―que intenta poner freno a las que actúan como meras academias (conocidas como universidades chiringuito), a las que se exigirá que acrediten su labor de investigación― ha empezado a levantar ampollas. El Foro Emilia Pardo Bazán, que agrupa a casi el total de las 39 universidades privadas, reclama que el plazo para adaptarse a los nuevos condicionantes de calidad sea de más de cinco años, ya que no todos los campus compiten en igualdad de condiciones, ni en tamaño ni en recursos económicos.
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