Entre los días 1 y 25 de agosto el barrio de Son Gotleu de Palma registró una tasa de 7,28 casos de coronavirus por cada mil habitantes. Fue, por mucho, el índice más alto de todo Baleares. El informe de Vigilancia Epidemiológica de la Consejería de Salud referente a ese periodo desvelaba la rápida propagación del virus en una de las áreas más deprimidas de la capital balear, que contaba entonces con una media de 5,64 casos por cada mil habitantes. El impacto de la segunda ola de coronavirus en Son Gotleu había hecho saltar por los aires las esperanzas de contención de la pandemia en pleno verano y llevó al Gobierno de las islas a adoptar medidas más restrictivas para sus habitantes, que una semana después se extenderían a otros cuatro barrios de Palma y a diferentes zonas de los municipios de Sant Antoni e Ibiza. Este miércoles, el viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de confinamientos parecidos en su región.
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