Son las 9.45 y es la hora de prevista de llegada para los alumnos del grupo B de primero de la ESO en el instituto público Font de Sant Lluis de Valencia. La entrada escalonada es la primera norma a seguir en la vuelta a las aulas en la Comunidad Valenciana y ya hay dudas: unas niñas no saben a qué grupo pertenecen. Las caras de los 15 padres que están reunidos en la entrada, a pesar de las mascarillas, expresan claramente la preocupación que acompaña a la vuelta a las clases en mitad de la pandemia. Uno de los padres en la puerta del Font de San Lluís pregunta tímidamente a la mujer que está ordenando la entrada de los chavales cómo van a mantener la distancia de seguridad en las aulas y en el recreo. “Señor, yo no puedo estar con una vara midiendo todo el día la distancia. Ellos tienen que ser conscientes de que tienen que guardar un metro y medio, tanto dentro como fuera del centro”.
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