Con los contagios del virus cayendo en toda España y una incidencia que baja por primera vez desde hace un mes de 500 casos por 100.000 habitantes, la mayoría de comunidades han optado por la cautela a la hora de relajar las medidas. Al menos, de momento. Incluso aquellas que parecían decididas a flexibilizar algunas medidas esta semana se han decantado por aplazar la decisión. Es el caso de Madrid y Andalucía. “Las prisas no son buenas en la pandemia”, dijo ayer el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla. En el caso de Madrid, que se planteaba atrasar el toque de queda y el cierre nocturno de la hostelería, lo ha pospuesto al próximo jueves, si la situación lo aconseja.
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