Dinero, drogas y ropa cara. Esos eran los ganchos que ofrecía un grupo criminal a adolescentes acogidas en un centro de protección de menores de Alicante. A cambio, debían mantener relaciones sexuales con el cabecilla de la banda y prostituirse con clientes de toda la provincia. La Policía Nacional, alertada por la dirección del propio centro, dependiente de la Consejería de Igualdad de la Generalitat Valenciana, ha desarticulado esta red de prostitución. Hay nueve detenidos, entre ellos, cuatro menores. Y se busca al cabecilla, que se encuentra fuera de España.
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