De las protestas en la calle a los tribunales de justicia. Los adolescentes y jóvenes activistas contra el cambio climático están emprendiendo ese viaje para forzar a los Gobiernos a ser más duros en los recortes de emisiones y para que no autoricen proyectos que implicarán sobrecalentar aún más el planeta. Los últimos en usar la vía judicial han sido tres grupos de chavales de México, Portugal y Australia. En este último caso, más de un millar de menores de 35 países se han adherido ya a una demanda colectiva contra el Gobierno australiano presentada la semana pasada.
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