Italia intenta reaccionar en las últimas horas ante el aumento de tamaño de la segunda ola de la pandemia de coronavirus. Hasta la semana pasada, el país había resistido mejor que ninguno de sus vecinos pese a haber sido el más golpeado en los meses de marzo y abril. Los últimos datos, que superan los 5.000 casos por primera vez (el sábado llegaron a 5.400) desde aquellas fechas, han disparado todas las alarmas y el Gobierno se plantea corregir al alza las restricciones que incluía en el decreto que aprobará esta semana.
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