Europa ha empezado a inocular a sus sociedades la vuelta a la normalidad a través de la vacuna. La dureza de la segunda oleada de contagios, no obstante, mete una mayor presión a Bruselas y a las capitales para desplegar la compaña de inmunización con mayor rapidez. La Comisión Europea, que ha aumentado en 100 millones de dosis —hasta 300 millones— su pedido a Pfizer-BioNTech, dijo este sábado estar “preparada para ampliar su capacidad productiva” y recordó que en las próximas semanas se irán aprobando nuevas vacunas que ya tiene en cartera.
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Estados Unidos inmuniza más lento de lo esperado
Dos semanas después del arranque de la campaña de vacunación masiva contra el coronavirus en Estados Unidos, las autoridades reconocen que el proceso avanza más lento de lo previsto. Se han enviado más de 14 millones de dosis de Pfizer-BioNTech y Moderna, pero poco más de dos millones y medio de ciudadanos han comenzado el tratamiento, según los últimos datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dados a conocer el miércoles. La meta más conservadora de la Administración de Donald Trump estimaba que para el cierre de este año habrá 20 millones de personas vacunadas. El presidente electo, Joe Biden, ha advertido de que a este ritmo “llevará años, no meses”, proteger a todo el país.
Estados Unidos supera los 20,1 millones de casos confirmados, con unas 350.000 muertes, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins, lo que supone que la cifra de contagios se ha duplicado en menos de dos meses, cuando se situaba en 10 millones. Uno de los factores que explica la lenta distribución es que cada Estado decide cómo inscribir a los residentes, cómo priorizarlos, cómo configurar los centros de inmunización y cómo abastecerse de los trabajadores necesarios. Algunos hospitales inmunizan al personal médico y otros grupos prioritarios por orden alfabético y otros utilizan sistemas más complejos. También hay territorios como Maryland, donde la sociedad médica estatal ha advertido de que los departamentos de salud “aún no han anunciado un calendario o detalles” sobre el proceso de vacunación.
Trump remarca la responsabilidad de las autoridades estatales en la distribución de las vacunas, una vez que el Gobierno federal las hubiera distribuido a los centros que estas designaron. Pero los gobernadores se quejan de que no cuentan con los fondos federales suficientes para hacer frente a la macro operación, mientras los sanitarios continúan haciendo frente a la descontrolada ola de nuevos casos, que ya rozan los 20 millones. El paquete de fondos firmado por Trump el pasado domingo incluye 8.000 millones de dólares para reforzar la distribución de las vacunas. Esta cantidad se suma al presupuesto de 18 millones destinado a fabricar y enviar las vacunas a los puntos de destino. / ANTONIA LABORDE