María Ángeles Martos Paredes cuenta los días para poder abrazar a su madre, María, que en diciembre cumplirá 98 años. De momento, ella y sus otros dos hermanos deben conformarse con las videollamadas que realizan a diario con su progenitora, una de los 134 internos de la residencia de mayores Caridad y Consolación de Jaén. Este centro asistencial está oficialmente libre de covid desde el último fin de semana. Un alivio después de un infausto periodo que la ha llevado a convertirse en la residencia con mayor mortandad en Andalucía, con 29 víctimas y el 84% de sus internos infectados. Aunque la versión oficial apunta a que el virus entró en el centro por el falso negativo de una trabajadora, la residencia ha puesto bajo la lupa los test de antígenos que, una semana antes de que irrumpiera el brote, se hicieron a los casi 200 residentes y empleados. Todos dieron negativo.
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