Francia ha establecido tres zonas de alerta —la normal, la reforzada y la máxima— antes de llegar a un eventual estado de urgencia sanitaria que implicaría un reconfinamiento que el Gobierno quiere evitar a toda costa, pero que ya no descarta de forma tan taxativa como hace unas semanas o meses. Los parámetros para estar en una de las tres zonas son precisos y se basan, sobre todo, en la tasa de incidencia. Cuando la situación se deteriora peligrosamente, como es el caso de Marsella o Guadalupe, situadas en alerta máxima, se vigila también la tasa de ocupación por covid-19 de las camas en cuidados intensivos. Hasta ahora, la evaluación se hacía de forma semanal, aunque el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, anunció este lunes la intención de actualizar los datos de forma diaria en aras de la “transparencia”.
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