Las nuevas tecnologías han abierto otro melón en las adicciones. Ni se fuman, ni se beben ni se esnifan, como las drogas tradicionales, pero tienen un poder adictivo similar y pueden resultar peligrosas para la salud. Los resultados preeliminares de la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (Edades), realizada por el Ministerio de Sanidad a unas 18.000 personas de entre 15 y 64 años antes de la pandemia, revela que el uso compulsivo de internet y el juego online con dinero de por medio están al alza. Más de un millón de personas —un 25% más que en la encuesta de 2017— hacen un uso compulsivo de la red, es decir, que tienen una relación desadaptativa con esta herramienta, con pérdidas de control sobre su uso e incluso síndrome de abstinencia. Asimismo, el 7,6% de la población juega con dinero por internet. Entre el online y el presencial, unas 670.000 personas tienen conductas problemáticas con el juego.
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Más cannabis y cigarrillos electrónicos
Respecto a las drogas tradicionales, la encuesta Edades concluye una estabilización en el consumo de alcohol y tabaco: el 32,2% fuma diariamente y el 63% de la población ha bebido alcohol en el último mes. Sin embargo, la encuesta refleja un repunte de nuevas conductas con estas sustancias, como el ‘binge drinking’ (los atracones de alcohol, en los botellones, por ejemplo): el 15,4% lo ha practicado en el último mes. Asimismo, el uso del cigarrillo electrónico sube del 8,8% en 2017 al 10,5% en 2019 las personas que lo han probado alguna vez en su vida.
También crece el consumo de cannabis: el 37,5% lo ha tomado alguna vez en su vida y el 3% de los hombres (el 0,9% de las mujeres) hace un uso problemático. La cocaína (el 11% la ha probado alguna vez en su vida) y los analgésicos opioides también suben ligeramente.