Aunque se estima que hoy en día hay cerca de un millón de especies en peligro de extinción en el mundo, ocurre a menudo que unas pocas se llevan toda la atención —las que cuentan con más popularidad y simpatías—, como los elefantes, los tigres, los osos panda… Cuando se plantea si tiene sentido concentrar tantos esfuerzos en unos pocos seres vivos habiendo tantos otros amenazados a los que se hace mucho menos caso o ninguno, la respuesta es que estos animales son lo que se denomina “especies paraguas”: se supone que la protección de su hábitat pone a salvo a muchas otras variedades con las que comparten territorio. Sin embargo, un estudio con osos panda publicado ahora en Biological Conservation advierte de que los resultados de esta estrategia pueden ser muy distintos.
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