Alain Cocq quería que el mundo viera en directo su agonía para concienciar a Francia y al mundo de la necesidad de garantizar, por ley, una muerte digna a aquellos enfermos terminales que no deseen continuar su sufrimiento. A pesar de que este francés de 57 años había asegurado que no emitiría imágenes que pudieran herir la sensibilidad, Facebook se lo ha impedido. La red social ha bloqueado este sábado la retransmisión en directo que comenzó el activista aquejado de una enfermedad rara incurable y degenerativa desde la cama medicalizada de su apartamento en Dijon la pasada medianoche, cuando abandonó su tratamiento y dejó de alimentarse e hidratarse para “apagarse” poco a poco.
Seguir leyendo